
La cita
Lo vi desde la ventana del coche camino de la cita. Él acudía en bici, por lo que me dio tiempo a maquearme cuando llegue al bar. Esperaba gustarle, él a mí desde luego me llamaba mucho la atención. Lo que había visto a través del cristal me había encantado. Ahora la duda era saber si yo le gustaría a él. Había engordado un poco (en realidad, bastante) desde que tomé las últimas fotos que le había guasapeado. Pero esperaba que no le importase. Sus últimas palabras fueron “me

Un día más, pero diferente
Como todos los días, a esa misma hora, se oyó la campana que anunciaba el final de las clases. Llegaron las voces, los gritos, las carreras, las risas. Un inmenso ruido que los profesores habían interiorizado, pero que para cualquier otro menos acostumbrado se asemejaba a un furioso vendaval. En medio de toda esa vorágine se abrían paso las voces de los padres que, de alguna forma milagrosa, conseguían hacerse oír por su prole, en una conexión casi sobrenatural. Estas pautas